Tan obsesionado por la caza y el uso inmediato de mujeres, DSK no ha sido capaz de aprender la lección de quien bajo su presidencia lo lanzó a las alturas.
Mitterrand supo convivir con dos mujeres, la legal y la de facto, y tener una hija con esta última sin que nadie se enterara hasta el fin de sus días. DSK , en cambio, no había sabido ocultar su pareja de las alturas del FMI ni, ahora, su ofensiva erótica hacia la camarera de un hotel neoyorkino que lo denunció puntualmente. Ni siquiera supo escapar en avión.
La justicia de la hiperpotencia investiga a DSK poniendo entre paréntesis su dirección del Fondo, su relevancia internacional y el valor añadido que estaba conquistando en los pronósticos de las presidenciales francesas del año que viene, que lo situaban a la cabeza entre quienes compiten por la candidatura en su PS y, llegado el caso, en la competición por la presidencia con el propio Sarko.
Imagino una sonrisa en el refinado rostro de Ségo, tan castigada por el resentimiento de DSK cuando le ganó a candidatura socalista a la Presidencia. Muchos otros combinarán sonrisas y carcajadas ante el grotesco espectáculo ofrecido por DSK.
No hay comentarios:
Publicar un comentario