CARLOS SENTÍS MUERE A LOS 99 AÑOS

Mi primera percepción de Carlos Sentís, que acaba de morir en Barcelona a los 99 años, fue en la Asociación de la Prensa de Madrid, pocos días después de muerto Franco. Era el orador designado para una reunión de periodistas que fueron en gran número y, en su mayoría, lanzaron contra él sus ostentosos gritos y otros ruidos molestos, dando por sentado que era un personaje del franquismo. Imperturbable, Sentís les dió una lección: de pie, erguido, pronunció su discurso completo.

Mi segunda percepción fue años después, en Sant Gervasi, mi barrio barcelonino. Me habían dicho que Sentís vivía en un enorme, vetusto edificio con amplio jardín a la entrada y destartalados muros protegiéndole del exterior. Yo pasaba por allí varios dias por semana, para coger el tren de la Generalitat que me llevaba a la Autònoma y a la Plaza Catalunya. Pero la única vez que percibí a Sentís no fue en ese palacio ni en el jardín ni a la entrada sino saliendo de un edificio de apartamento de dimensiones normales.

Mi tercera y última visión de Carlos Sentís fue en el Col.legi de Periodistes de Catalunya: periodistas catalanes lo habían elegido Presidente de tan democrática institución. Los gritos antifranquistas de Madrid hacía años que habían cesado y la nueva democracia abrazaba al patriarca. Y ahora me entero por La Vanguardia que Sentís había sido fundador del Col.legi y del Centre Internacional de Premsa. Un periodista de largos recorridos, un escritor de montañas de artículos.