Restaurar la eficacia de los mercados y renunciar a la sanidad gratuita, pilares de la nueva corriente
El Partido Laborista británico fue primero de color rojo escarlata, luego de un rojo pálido, Tony Blair lo tiñó de rosa, y ahora quiere ser azul. Azul como los conservadores. SIMPLIFICACION LITERARIA, TÍPICA DE LA VANGUARDIA El llamado Blue Labour es el nuevo fenómeno político, filosófico e intelectual de Gran Bretaña, la alternativa a la sociedad grande de David Cameron para atraer el voto de las clases blancas trabajadoras sin el cual es casi imposible ganar unas elecciones en este país. El Blue Labour acepta la teoría blairista de la triangulación, y la necesidad de aposentarse en el centro aunque ello implique una renuncia ideológica (una de las cosas que critican en todo el mundo los jóvenes hastiados de la política tradicional y el déficit democrático que implica la carencia de opciones). LA IDEOLOGÍA NO ES UN DOGMA RELIGIOSO. RESPONDIENDO A INTERESES CAMBIANTES, TAMBIÉN TIENE QUE CAMBIAR SIN DEJAR DE SER ELLA. Pero cuestiona el modelo neoliberal y la sumisión a los mercados de una manera que no han hecho los últimos primeros ministros laboristas, sustituye los valores tradicionales de la izquierda por una noción de "localismo, patria, familia y bandera" que tradicionalmente ha sido propiedad de la derecha. NO PROPIEDAD EXCLUSIVA!
Según este corresponsal, hasta el líder laborista Ed Miliband ha hecho suyas en sus últimos discursos algunas de estas ideas. Y según el correspondiente despiece,
"Restaurar la eficacia de los mercados y renunciar a la sanidad gratuita, pilares de la nueva corriente."
Y las restricciones a la innmigración. Que crecen en la UE. Y -muy importante- la presencia de trabajadores en los consejos de administración de las empresas. Y "un sistema bancario al estilo alemán".
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