El ego sin fronteras de Montserrat, que venía siguiendo travesías institucionales en el caído gobierno del PSC, no brilló como ella y las primeras encuestas preveían, sino que fue castigado por los números que realmente importan: celebradas las internas para decidir quién será el candidato del PSC en las próximas municipales, la desafiante cosechó 1.669 y el desafiado, Hereu, 2.484. Es decir, 39,6% ella, 58,9% él.
He dedicado más de una entrada a las locuras de Hereu, he votado contra la locura mayor: su propuesta para la Diagonal, padezco desde hace mucho tiempo y todavía no sé hasta cuándo los cambios que impone Hereu a Mitre de Via Augusta a Muntaner. Aún así me sigue cayendo simpático el personaje comparado con la intrusa que quiso ganarle la candidatura. Y me alegra que el triunfo de Hereu en las primarias marque una derrota más para el desquiciado PSC, como bien se encargaba de destacar La Vanguardia ayer en Portada:
"Hereu se impone al PSC", cuenta el diario. "El alcalde de Barcelona, a quien la dirección pidió que renunciara, se medirá con Trias el 22-M. "El vencedor, felicitado antes por Zapatero que por Montilla, logra una clara ventaja frente a Tura".
"Hereu se impone a Montilla", afirma en La Segunda el director de La Vanguardia, José Antich.
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