lunes, 29 de agosto de 2011

"ESTABILIZAR EL PAÍS", URGE JIBRIL

Siguen los combates en el centro de Trípoli, sigue sin aparecer Gadafi. Y siguen las incertidumbres acerca de los rebeldes. A pesar de ayudas externas como la del Ministro de Defensa británico con sus servicios de inteligencia. No siempre se entienden, en medio de sus acciones bélicas. Apenas tienen un liderazgo fragmentado y opaco y –peor todavía- no se sabe qué intenciones e influencia tienen los islamistas en sus mandos.

¿Qué harán los rebeldes con los del régimen, cuando llegue la victoria? ¿Qué harán con las tribus, que tanto cuentan en lal vida del país? ¿Y con los negros, importados por Gadafi para explotarlos como obreros y como soldados? ¿Qué decidirán los centros de poder otánico que tanto han hecho por ellos?

El 25 de agosto, conducida por la Fuerza Aérea Británica, la OTAN lanzó una campaña de bombardeos a cuarteles del régimen en Sirte para ayudar al avance de los rebeldes. ¿Cuántas “muertes amigas” suman estas acciones a tantas otras similares? El líder de los rebeldes, Jibril, pide a la comunidad internacional descongelar los depósitos libios: necesita “estabilizar al país”. Pero el dinero no puede crear por sí solo gobernantes responsables, ciudadanos libres, una cultura política democrática. ¿Qué modalidades nuevas asumirá, una vez caído Gadafi, la intervención internacional? ¿Qué pasará con el precio del petróleo crudo, que en Libia tiene tan alta calidad?

Ante la guerra civil de Libia, Sarko se apura a confirmar r personalmente la iniciativa europea. Ya había sido el primero en recibir al “Primer Ministro” del “Consejo Nacional de Transición”, Mahomud Yibril, y en reconocer su autoridad. En el Eliseo, escenario de desplantes despectivos de Gadafi en tiempos de paz. El 24 de agosto no sólo recibió a Yibril sino que se permitió anunciar una conferencia internacional para el 1 de setiembre con los países integrantes de la coalición, incluyendo a EEUU, y con Rusia, China, India y la UNO. Aunque sepa que las denuncias de asesinatos y represalias contra civiles y militares se dan tanto respecto a los de Gadafi como respecto a los rebeldes. Tanto, que el propio jefe del “Gobierno” de los rebeldes ha amenazado con dimitir como protesta por los “actos de venganza” cometidos por los suyos.

Sarkozy sabe lo que hace. Ahora que DSK ya no es amenaza para ganarle las presidenciales tras su imperativo erótico en el hotel neoyorkino que le ha impuesto el abandono del FMI y, peor todavía, la pérdida de su candidatura a la Presidencia, que se daba por segura. Apenas liberado de su responsabilidad penal, DSK declaró que estaba deseando volver a su país, donde se expresaría más detenidamente sobre su “pesadilla”. No ha sido así. Se ha ido a Washington para despedirse de los del FMI – o para hacer gimnasia erótica con alguna dirigente o funcionaria de tan augusta institución. Mientras tanto, las encuestas le dicen que 4 de cada 5 franceses no desean que vuelva a la carrera por las primarias: 77% a la izquierda, 89% a la derecha. Y si el PS ganara el año próximo las presidenciales, un 56% no quiere que DSK entre en el gobierno. Y en Francia le espera todavía la demanda por lo civil por tentativa de violación en el 2003 presentada por la periodista y novelista Tristane Barron cuya madre también socialista ya lanzó su anatema contra el trato que a ella le dio DSK en el lecho que un día compartieron.

Una vez que por fin DSK retorne a París ¿le preguntarán por aquel curioso anuncio -que reveló a periodistas- de una conspiración contra él armada por el miembro ruso del FMI a impulsos de Putin… y de Sarko? Sería una diversión más para el actual Presidente de Francia. Y un problema irresoluble para el partido del ex candidato socialista a la Presidenia.

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