ELECCIONES POR FIN, EN PLENA CRISIS

Cada ciudadano decide su voto mañana domingo 20 de noviembre según tres opciones posibles: por la lista cerrada de candidatos de un partido, por el voto en blanco para expresar su desacuerdo o su protesta, o lisa y llanamente absteniéndose de votar. Supongo que mañana se confirmará el reiterado anuncio de la victoria del PP por mayoría absoluta según las encuestas publicadas por los medios fueren cuales fueren sus afinidades con ideologías y partidos. Se produciría así una derrota abrumadora del PSOE, interpretada ya por quienes la anuncian como inevitable resultado de la gestión de Zapatero, sobre todo desde que estalló la crisis financiera y económica con sus implacables efectos en cadena, como el  record de parados y los recortes en servicios públicos esenciales como la enseñanza y  la asistencia médica. Rubalcaba, el candidato del PS0E, pagaría duro tributo así a su pasado reciente -la vicepresidencia primera del gobierno de Zapatero-, aunque sus capacidades personales para la gestión política sean muy superiores a las de Rajoy, el triunfador, dos veces derrotado en contiendas anteriores y que esta vez prescindió de la exposición de su propio programa. Habría también una declinación en gran parte de los restantes partidos. Puesto que la mayoría absoluta consagraría a Rajoy y el PP, las preguntas inmediatas se referirán a la formación de su  equipo de gobierno de un solo partido y sus acuerdos puntuales con otros partidos a corto o medio plazo. Pero ¿con qué partidos y para qué? Puesto que la crisis mundial persiste agravándose aún más  en España ¿qué programa y qué medidas concretas  anunciará por fin Rajoy?