La crisis del euro
Merkel:
"La solución es política"
Los países deben ceder
soberanía fiscal a las instituciones comunes como paso definitivo hacia
"la nueva Europa", dice la canciller alemana
JUAN
GÓMEZ - Berlín - 18/11/2011
La canciller de
Alemania, Angela Merkel, pidió ayer una "sólida solución política"
para la crisis de la deuda europea. Su Gobierno sigue oponiéndose a que el
Banco Central Europeo (BCE) responda al encarecimiento de la deuda con un gran
programa de compra de bonos soberanos. Abogó la canciller, en cambio, por la
"reforma limitada" de los tratados europeos. Según dijo en Berlín,
Alemania no olvida que los 27 miembros de la Unión Europea "tienen que
permanecer juntos", pero propuso una "mayor medida de compromiso"
entre los 17 países del euro. Los que creen que el BCE debe convertirse en el
"prestamista de última instancia" para resolver el problema de la
deuda "se están convenciendo de una mentira". Algo así, aseguró en un
acto organizado en Berlín por el diario muniqués Süddeutsche Zeitung, "no
tendría los resultados deseados".
La Unión solo funcionará, a su parecer, si los
miembros "ceden más competencias a las instituciones comunes". Este
sería un "paso definitivo hacia una nueva Europa". Repitió ayer
Merkel que los instrumentos con los que cuentan las autoridades europeas no
bastan para obligar al cumplimiento de los criterios de estabilidad, de modo
que es necesario ampliar su capacidad de sanción y regulación. Quiere que los
países que incumplan sistemáticamente sus compromisos de déficit puedan verse
obligados a responder ante el tribunal de Justicia de Luxemburgo. Merkel
considera que así se podrá recuperar "la confianza de los mercados".
Para la canciller, el
BCE no debe entrar como bombero en los aprietos de deuda europeos: "en esto
tengo una opinión muy firme". Esta opinión contrasta con la del presidente
francés, Nicolás Sarkozy, que ve en una mayor capacidad de intervención del BCE
parte de la solución a los problemas. Alemania, por el contrario, sostiene que
este camino sería un incentivo para la indisciplina fiscal. La pareja
de hecho Merkel-Sarkozy, que ha actuado hasta ahora de la mano,
presenta serias fisuras.
Tampoco admite Alemania que los países de la Unión
Monetaria emitan deuda conjunta (los eurobonos) ni quiere que apliquen quitas
bruscas a su deuda. La propuesta de Merkel incluye la puesta en marcha del
mecanismo europeo de estabilidad, al que la última cumbre de Bruselas dotó de
un sistema de apalancamiento que amplía su capacidad de maniobra más allá del
billón de euros. La canciller apremió a los ministros de Hacienda a alcanzar un
acuerdo lo antes posible, antes de que las turbulencias en los mercados se
salgan definitivamente de control. También pidió a la agencia de supervisión
bancaria europea EBA que determine "rápidamente" cuánto capital
necesita cada banco privado.
Hoy llega a Berlín el primer ministro británico, David
Cameron. Ante la visita de su homólogo, la canciller alemana reconoció ayer
ciertas "tensiones" sobre el futuro de la Unión. Se dijo convencida de
que la solución pasa por aplicar "una buena medida de sensibilidad
política". Alemania quiere "una Europa que incluya Reino Unido".
La unión arancelaria y política "debe desarrollarse de forma
coherente".
La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt,
que se reunió ayer con la canciller en Berlín, reaccionó con reservas a la
propuesta alemana. Para la primera ministra del país vecino, Europa debe
concentrarse primero en solucionar la crisis de la deuda. Dijo que espera que
el debate sobre la reforma de los tratados sea "un proceso muy
limitado". Dinamarca, que no es parte de la Unión Monetaria y conserva la
corona como divisa, asumirá en enero la presidencia de turno de la Unión
Europea.
Por su parte, el ministro de Hacienda Wolfgang
Schäuble, democristiano como Merkel (CDU), advirtió ayer del inminente contagio
de la crisis de la deuda a la economía real. Así que llamó a evitar, como
primer paso, que los bancos europeos colapsen por los problemas de confianza
provocados por la crisis. Estos riesgos descansan en el "gran peso de los
bonos europeos en las carteras de los bancos". El mismo riesgo pende sobre
las aseguradoras. Schäuble alertó además de las consecuencias de los bajos
tipos en todo el mundo, que provocan "un exceso de liquidez" en los
mercados. Sumados a las deficiencias en las regulaciones del sector financiero,
Schäuble consideró en Berlín que el excesivo endeudamiento y el exceso de
liquidez son la causa de la crisis.

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