lunes, 7 de marzo de 2011

GARGANO, SEGÚN BELELA Y LA EMBAJADA

EE.UU. celebró la partida de Gargano del gabinete; lo consideraban "intratable"
Confidencias. Según la Embajada, su sucesor afirmó que había "destruido el ministerio"

JOSÉ L. AGUIAR

Durante los tres años que estuvo al frente de la Cancillería, Reinaldo Gargano fue una constante piedra en el zapato para la diplomacia estadounidense, según se desprende de los cables filtrados por WikiLeaks que obtuvo El País en exclusiva.

La incomodidad que representó para la Embajada y la obligación de tratarlo como interlocutor inevitable, en varios episodios que afectaban intereses de Estados Unidos, queda en evidencia en numerosos informes trasmitidos a Washington entre 2005 y 2008.

En las oficinas de Lauro Muller se consideraba al ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Tabaré Vázquez como "antinorteamericano", "ideológicamente terco", un "fuerte defensor de estrechar lazos con Cuba" y "uno de los elementos más radicales de la coalición" de gobierno.

Los comentarios en muchos de los centenares de cables de WikiLeaks que cubren ese período reflejan que las opiniones sobre Gargano, en el interior del gobierno, tampoco eran las más favorables.

Por ello, cuando Vázquez reestructuró su gabinete en febrero de 2008, para hacer frente a los desafíos del año electoral, desde la legación estadounidense partió un despacho que trasuntaba alivio:

"La Embajada está encantada de haberse liberado del intratable Gargano, quien consistentemente buscó minar las relaciones con EE.UU".

En un resumen posterior, en el que la Embajada analiza los cambios ministeriales, se expresa: "Los vemos de forma positiva, en particular la salida del Ministro de Relaciones Exteriores Gargano, que será sustituido por el Secretario de la Presidencia Gonzalo Fernández. En un encuentro el 12 de febrero con el Embajador, Fernández se describió a sí mismo en las antípodas de Gargano en muchos aspectos. Se quejó de que Gargano había destruido el Ministerio de Relaciones Exteriores y la imagen de Uruguay en el exterior. Fernández dijo que él y el Presidente creen que buenas relaciones con Estados Unidos son esenciales".

CUBA. Los desencuentros con Gargano se plasmaron desde el comienzo de la Administración Vázquez. En 2006, el Encargado de Negocios James D. Nealon recordaba: "Tras haber asumido el 1° de marzo de 2005, el centro-izquierdista gobierno del Frente Amplio inmediatamente renovó las relaciones diplomáticas con Cuba (...) La movida parece un gesto del presidente Vázquez hacia los elementos más radicales de su coalición, incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo Gargano".

"El relacionamiento entre el gobierno uruguayo y Cuba parece bastante limitado a algunas pocas áreas de la cooperación en medicina y a algunas expresiones de apoyo de los elementos más radicales del gobierno frenteamplista. (…) El ministro Gargano tuvo que admitir públicamente que Cuba no es una democracia, después de haber sido criticado por sugerir que Cuba debería ser admitida en el Mercosur, en mayo de 2005. Otros miembros del Mercosur y varios colegas de Gargano en el gabinete señalaron al ministro que Cuba no cumplía con la condición de "cláusula democrática" para la membresía del Mercosur".

Al trazar un amplio balance del primer año de gobierno de Vázquez, en el capítulo dedicado a la política exterior, el informe de la Embajada reza:

"Relaciones con Argentina: el manejo del ministro Gargano de la crisis por las plantas de celulosa fue criticado. Se percibe que su reacción fue lenta e incoherente, y que de esa forma permitió que la disputa quedara fuera de control".

(...) "Los defensores más activos del Mercosur, Gargano a la cabeza, están siendo culpados por los fracasos de la organización. Gargano se ha vuelto el hazmerreír de los políticos, periodistas e incluso funcionarios de su propio ministerio".

(...) "A pesar de que ambos pertenecen al mismo Partido Socialista, el ministro Gargano ha mostrado diferencias con Vázquez o contradicciones públicas en varias ocasiones. Gargano ha cometido una serie de errores (particularmente en las relaciones con Argentina y Estados Unidos) que remarcan su falta de experiencia en asuntos internacionales y falta de profesionalismo. Hubo conversaciones sobre un cambio de gabinete en junio o septiembre de 2006, y algunos observadores creen que Gargano será uno de los primeros en irse. Unos pocos creen que la ineptitud de Gargano sirve al propósito de desacreditar la vieja y dura línea socialista, mientras Vázquez usa a otros emisarios para llevar adelante sus políticas exteriores".

En otro despacho independiente, poco antes de la visita del presidente Bush a Montevideo, se afirma que "Vázquez utiliza a (Jorge) Lepra (ministro de Industria) como su canciller de facto para negociar con Estados Unidos"; y atribuye a Lepra el comentario de que Gargano "is completely out of the loop" (completamente fuera de la realidad).

Almuerzo. Un ejemplo ilustrativo de la incomodidad mutua que existía entre la diplomacia estadounidense y Gargano se pone de manifiesto en la descripción que el embajador James Nealon hizo de un almuerzo en el hotel Radisson, en mayo de 2006, en el que además de Gargano participó el representante permanente de la OEA, John F. Maisto.

"Buena parte de la discusión del almuerzo se centró en los acontecimientos actuales de Bolivia. Con un obvio `jab` a Estados Unidos, Gargano dijo del gobierno de Morales que `necesitamos ayudarlo, en lugar de desestabilizarlo`. (...) Maisto hizo notar que Estados Unidos ha hecho más históricamente por Bolivia que cualquier otro, y deseaba seguir ayudando al país. Gargano rumió que Uruguay podría enviar maestros a Bolivia, donde el 60% de la población era analfabeta, consignó, y añadió que `seguramente los bolivianos necesitan un precio más alto para su gas; ello ayudaría a la estabilidad y consolidación de la democracia`".

Salvo en la apreciación de la carne uruguaya, no había entre los comensales otro punto de coincidencia.

Despedida. Dos semanas antes de la salida de Gargano del equipo ministerial, que se produjo el 1° de marzo de 2008, el embajador James Baxter mantuvo una entrevista con la subsecretaria de Relaciones Exteriores María (Belela) Herrera, para tratar el reconocimiento de la independencia de Kosovo.

Baxter trasmitió un informe de esa reunión, que finalizaba con este comentario:

"Después de terminado el encuentro, Herrera acompañó personalmente al Embajador hasta el ascensor, donde privadamente le describió "qué horrible" había sido trabajar para Gargano".

Uno de los últimos cables diplomáticos que hacen referencia a Gargano, describen con cierto regocijo la actitud del ministro cuando fue convocado por Vázquez en febrero de 2008 para anunciarle formalmente su salida del gabinete.

"De acuerdo con reportes de prensa, Gargano, conociendo su destino, retrasó su aparición en la residencia (de Suárez) por unas horas, limpió su escritorio e hizo otros gestos desafiantes antes de acudir a ver al Presidente".

Los lectores podrán acceder a los cables íntegros hoy a partir de las 16.00 horas, en

www.elpais.com.uy

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