El 112 Congreso con mayoría republicana no alarma a Obama, que mantiene la suya en el Senado y a la vez, como Presidente, dispone del poder de veto.
Los republicanos, dijo Obama al volver a casa en el Air Force One, "intentarán atender a su base durante un tiempo". Pero su base no es homogénea y no han tenido más remedio que incluir de inmediato, antes incluso que la abolición de la ley sanitaria, la lectura de la Constitución para hacer un guiño al ascendente Tea Party. Una lectura íntegra y en voz alta: insólito estreno, que me recuerda el menú repetido anualmente en el Congreso nuestro por un conjunto de pacientes jóvenes.
El nuevo speaker, es decir Presidente de la Cámara de Representantes, será el veterano John Boehner, que ya lleva veinte años en la capital, y notoriamente lejano del Tea Party. Un hombre de origen humilde, católico, fumador y muy ligado a la industria del tabaco. Cuando la dinámica demócrata Nancy Pelosi le pasó el cargo, Boehner no pudo evitar un gesto espontáneo después de besarla: se limpió los labios con un pañuelo.
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