¿DOMINÓ NORAFRICANO?

Confieso que cuando, apenas estallada la protesta tunecina, me reencontré en la prensa con la vieja metáfora del dominó proyectada sobre los Estados vecinos me pareció un exceso de optimismo de quienes la invocaban. ¿Cómo imaginar, en vecinos también dominados por déspotas muy arraigados, de larga duración, que otras protestas multitudinarias saldrían a la calle con el objetivo de cambiar rápida y sucesivamente a estos Estados?

Y sin embargo, así está ocurriendo ya, con formidable ímpetu, nada menos que en Egipto, Estado clave para el equilibrio internacional en medio de los inmensos problemas regionales que tanto involucran también a Israel, a nosotros y los otros países europeos del Mediterráneo, a la Unión Europea y a los propios EEUU, que en boca de Obama todavía siguen presentándose como “the greatest nation on Earth” al frente de un mundo supuestamente unipolar.