El anunciado martirio de Assange no tendrá lugar vía Suecia con su extradición a EEUU, como denunció su defensa. El Ministerio de Exteriores sueco lo acaba de desmentir con contundencia: el único motivo por el que la Fiscalía quiere interrogar a Assange son los delitos sexuales que le atribuyen dos suecas que tuvieron relaciones con él.
EEUU insiste, pero por otra vía: una orden judicial para obligar a Twitter a releva informaciones sobre la cuenta de Twitter y detalles personales sobre Assange y algunos que lo apoyan, como la parlamentaria islandesa Birgitta Josdottir, el pirata holandés Rop Gonggrijp y el programador norteamericano Jacob Appelbaum (registrado el 10 de enero por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU al regresar de Islandia.
Rápido como siempre en sus reacciones, Assange acaba de anunciar que el principal enemigo tecnológico de Wikileaks no es EEUU sino China, considerada por él como el país que más censura a las fuentes de información.
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