"He venido a ayudar", había dicho Jean-Claude Baby Doc Duvalier al consumar su inesperado retorno a Haití. Justo en el día de la segunda vuelta de las presidenciales del 28 de noviembre, cuyos resultados desencadenaron protestas por fraude en la calle. ¿Cómo lo reciben las victimas del terremoto del 12 de enero de 2010 y de la reciente epidemia de cólera y de la escasez de las ayudas venidas de afuera?
Baby Doc regresó a Haití tras 15 años de exilio dorado en Francia, envuelto en una nube de acusaciones por violación dre derechos humanos, torturas y asesinatos lanzadas por organismos internacionales que hasta ahora no han podido con él. Retorno escandaloso para las ONGs y los opositores que siguen pidiendo que sea juzgado por los crímenes cometidos durante su presidencia 1971-1986.
La ayuda declarada se ha revelado pronto como una ayuda a sí mismo. Tras ser detenido e interrogado, Baby Doc quedó en libertad pero bajo acusación de desvío de capitales. Tras abandonar el hotel y pasar a "paradero desconocido" se dice que intenta evitar una nueva ley que la dificultaría el acceso a los seis millones que tiene congelados en Suiza. Y, según sus abogados, que afirman que los cargos de robo ya han prescrito, quiere volver a ser presidente.
Mientras tanto, otro que quiere volver "para servir a mis hermanos y hermanas" es el antiguo cura Jean-Bertrand Aristide, elegido Presidente en 1990, popular en sus comienzos pero más tarde dos veces exiliado. Supongamos que también él quiere volver a ser presidente. ¿Qué enfrentamientos se producirían entre el ex cura y Baby Doc?
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