Desde un edificio cercano a la embajada de EEUU y a los cuarteles generales de la OTAN en Afganistán, un grupo de talibanes intentó un nuevo asalto exterminador dos días después del décimo aniversario del 11-S y a un mes de que se cumpla otra década, la de la interminable guerra afganas. A las veinte horas de iniciada la operación fueron derrotados. Hubo seis muertos o más. Pero la derrota no trae la paz a Kabul: las bases militares aliadas siguen en estado de máxima alerta.
Según la ONU, durante los primeros seis meses del 2011 han muerto 1.462 civiles en Afganistán. Y habrá más. El Embajador de EEUU afirma que el responsable de este ataque ha sido el aliado de los talibanes Haquami que introdujo los militantes suicidas en Afganistán. Tanto más activos, se supone, cuanto más se acercan las negociaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario