Asediando Angela Merkel en la UE, Sarko forma pareja con Cameron como impulsores de la misión de la OTAN contra Gadafi, todavía inconclusa. Y en Libia desembarcan los dos para reunirse con Jalil y dar la lección a los rebeldes. En defensa, los dos, de sus intereses petroleros y financieros en Libiac, compitiendo con Berlusconi. Pero sabiendo ambos que EEUU ha resuelto acentuar ahora su propia intervención: el Secretario Asistente para asuntos de Cercano Oriente acaba de dialogar con el líder del CNT anunciándole que EEUU reabrirá la embajada tan pronto como sea posible y disponiéndose a organizar qué lugar tendrán los islamistas -moderados los unos, extremistas los otros- en la Libia "democrática".
Sarkozy y Cameron al primer ministro turco, Erdogan, cada vez más interesado en influir en la región.
"Es fantástico estar en la Libia libre", celebró Cameron en Bengasi. Y Sarkozy llamó a la "unidad nacional" pidiendo evitar venganzas y represalias y lograr por fin la detención de Gadafi y de "todos aquellos que hayan cometido crímenes" -que, aunque no lo dijo, bien sabe que se encuentran en uno y otro bando.
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