INVOCANDO EL “ESPÍRITU IMPERIAL”
Tenía que ser en el imperturbable Partido Conservador del Reino Unido, claro. En el congreso celebrado en Manchester en plena crisis a comienzos de octubre, afirmó el Primer Ministro David Cameron:
“Gran Bretaña nunca ha tenido la mayor población, ni la mayor extensión territorial, ni una gran riqueza de recursos; pero hemos tenido el espíritu. Rechacemos el pesimismo. Demos paso al optimismo del sí, se puede hacer. Convoquemos a la energía y las ganas de pelear por un futuro mejor para nuestro país.” Sí, se puede: ¿una réplica del mensaje de Obama cuando competía por la Presidencia?
Advirtió de todos modos Cameron que “esta no ha sido una recesión normal: estamos en una crisis de la deuda” y hay que priorizar -frente a los que proclaman que la prioridad debería ser reactivar la economía-, la reducción de la deuda pública. Puesto que “la amenaza a la economía mundial –y británica- es hoy tan seria como lo era cuando en 2008 sobrevino la recesión.”
Sorpresiva señal de puesta al día conservadora: aplausos sí abundaron cuando Cameron anunció que su Gobierno va a estudiar la posibilidad de legalizar el matrimonio homosexual.
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