Cuanto más aguda la crisis, más tensas las contradicciones en la UE. Un campo previsible se pone de manifiesto ahora: estar o no estar en la Eurozona.
A la cabeza de los que no están milita, claro, el más potente, el Reino Unido. Cameron toma la ofensiva tantas veces contra Sarko que este último no pudo menos que decirle en un plural mayestático:
- "Estamos hartos de que nos digáis lo que tenemos que hacer".
Tanto, que el francés quería excluir a los diez que no están de la cumbre del miércoles 26. El británico le replicó a su vez:
- "La crisis de la zona del euro afecta a todas nuestras economías, también a las del Reino Unido."
Pero al mismo tiempo Cameron enfrenta su primera gran rebeliòn dentro de su propio partido: un buen número de diputados impugnan a la propia UE, pretendiendo retirarse de ella. Hasta ahora no forman una mayoría, pero tal como van las cosas...
Y Sarko sabe a su vez que el 75% de los franceses lo suspenden por diversas razones. Y que el recién nominado Hollande ya le supera en las intenciones de voto. Y que los medios subrayan una y otra vez que está perdiendo peso en la UE ante el creciente poderío de Alemania.
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